En 2003 las tropas españolas aterrizaron en Irak en el marco de la operación Iraqui Freedom (Libertad iraquí), liderada por Estados Unidos y Reino Unido. Lo que se trasladó a la opinión pública como una misión humanitaria, se fue convirtiendo poco a poco en una guerra abierta con emboscadas y acciones reales de guerra. Esto provocó que muchos militares terminasen regresando a España con Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT).